Hay algunas óperas que no es que no me gusten, es que soy incapaz de escucharlas o visionarlas completas, se me atascan, supongo que aguantas hasta el final en el teatro sería más fácil, pero por el momento no he tenido el gusto. Voy a poner un ejemplo, y sólo uno porque me temo que, de otra forma, habría algún compositor que iba a quedar, injustamente -como la pobre Desdemona-, bastante malparado, y cada uno que piense en quien quiera:
Pretender que Guglielmo Tell, ossia Il grande ingorgo, de Rossini pasara de un tirón por los oídos de quien esto escribe rayaría el masoquismo, no sé la de veces que lo he intentado, lo extraño del caso es que disfruto de su música, pero siempre llego a un punto en el que no me importa pulsar el off, parafraseando a mi padre: no es que se me atasca, es que no se me desatasca. Parece como que Rossini hubiera querido demostrar que no sólo los alemanes -presuntamente, como dicen los colegas del Jorge Javier, no sea que me vaya a caer una querella- saben dormir al público, lo que ocurre es que se pasó un pelín al confeccionar la receta. De todas formas voy a reconocer que su factura y sus melodías son maravillosas... cuando las escuchas a trozos. Creo que hoy es la primera vez que voy a escuchar el final. No me extraña que se aplauda tanto cuando acaba. Por cierto, no creo que Philip Glass fuera capaz de componer algo mejor. No se me enfaden si expreso lo que siento aunque lo haga con un poco de recochineo.
después de leerte se me han quitado de golpe todos los complejos,... si a tí se te atascan óperas, ni te cuento las que tengo yo sin desatascar, y prefiero no dar títulos, por que más de uno me echaría la caballería, y no la rusticana precisamente. Esta ópera que comentas hoy tuve la suerte de verla/escucharla en La Bastilla, hace años ya,con sus entreactos, y su copita de champan entre medias la verdad es que la "pasé" muy bien.
ResponderEliminarcon mi marido estoy pocas veces de acuerdo,(como suele pasar) pero hay una cosa en la que tiene más razón que un santo -las óperas se han de ver/escuchar en el Teatro, representadas-
besos maac
Yo soy muy aficionada a la ópera, y reconozco que tengo algunas "atascadas" pero les aparco y en paz, me limito a disfrutar de las que me gustan.
ResponderEliminarLa ópera enlatada no es lo mismo que verlas en directo, y máxime cuando en los entreactos te tomas tu copita.
Saludos desde Donosti
Sí, yo también tengo observado que las segundas partes de los conciertos me suelen gustar más, y ahora caigo.
ResponderEliminarNo hace ni un mes que escuche esta ópera seguida por primera vez, a raiz de una entrada de Joaquim, y me gustó mucho y no se me atascó, aunque debo reconocer que mientras iba haciendo mis cosas.
No cuadra este final tan glasseado con la brillante obertura. Debía tener un mal dia, pobre Rossini (y pobres nosotros)
ResponderEliminarEncantada de seguirle, sr maac
Maac,
ResponderEliminarYo también tengo atascadas òperas (y autores). Sigo la misma receta de la amiga donostiarra, me limito a disfrutar (y mucho) de las muchas que si me gustan.
Una abrazo
¿Alguien ha insinuado que para escuchar Guillermo Tell de un tirón hay que estar borracho?
ResponderEliminarLo extraño del caso es que cuando escucho algún fragmento me gusta mucho y el final glasseado también, aunque no cuadre con la obertura -que juraría que alguna vez visitó el blog-.
Como diplomático soy un auténtico desastre, creo que la única que se estrena como comentarista es Contrapunto, bienvenida. Y gracias a todos por vuestra comprensión.
Yo estoy convencido que aunque diga que no lo intentaré más cualquier día la vuelvo a emprender con esta ópera, así tengo el cráneo y su contenido de tanto cabezazo.