lunes, 18 de marzo de 2013

La flauta mágica (III) - Lucia Popp


Confieso que al tomar conciencia de que en noviembre habrán pasado veinte años desde el fallecimiento de Lucia Popp han saltado mis alarmas. ¿Tan mayor me he hecho? Pues parece ser que sí. Nunca tuve la suerte de escucharla en vivo pero sí soñé con ello mientras veía una retransmisión de Arabella en directo desde el teatro del Liceo, entonces, de vez en cuando, se dignaban a ofrecernos algunas retrasmisiones del Real del Teatro de la  Zarzuela o del Liceu a través de la televisión pública, supongo que sería en la etapa Pilar Miró, esa mujer a la que mucha gente dio la espalda cuando fue acusada de gastar dinero público en unos trajes, aunque finalmente no se pudo demostrar ante los tribunales que habían sido adquiridos con finalidades privadas, tras su fallecimiento, que tuvo lugar  pocos años después, los mismos que la habían hundido en la miseria hablaban de su honestidad y categoría no sólo artística sino también humana. Quizás el pecado de la Miró fue, además de creer que su cargo le exigía vestir con galas, ser transparente y no ocultar sus compras. Es, por lo menos, curioso y casi trágico, que el que malversa caudales públicos con buena fe tenga que pagar tan cruel peaje en su trayecto vital, mientras que otros que lo hacen a sabiendas y con ocultación se vayan de rositas y con aire de víctimas. Tal vez fue una premonición del destino que su último trabajo para televisión fuera la realización de la retransmisión de la boda de la infanta Cristina con el entonces deportista Iñaki Urdangarin.

Pero qué maravillosa Pamina fue Lucia Popp, la soprano eslovaca de timbre plateado que evolucionó de lo lírico ligero a lo lírico ancho sin perder un ápice de belleza tímbrica, siempre tan musical, tan expresiva y precisa. Dicen que Elisabeth Schwarzkopf en 1964 cuando durante una audición escucho por primera a la jovencita Popp  exclamó: "What a Fantastic Creature you are!". Poco después Popp participaba en una grabación de Die Zauberflöte diigida por Klemperer con la que pasaría a convertirse en uno de los modelos de referencia como Reina de la Noche. Pamina y Reina de la Noche, Reina de la Noche y Pamina, siempre inmensa Lucia Popp.




Y por si alguien piensa que las grabaciones de estudio benefician a los cantantes aquí os dejo Der Hölle rache cantada seis años después de la grabación con Klemeperer, sin trampa ni cartón, furiosa y expresiva en lo dramático, ligadísima en la coloratura previa a los picados, muy limpia en éstos y perfecta en la colocación al atacar los agudos (2m48s):


Como dijo Schwarzkopf, qué fantástica criatura fue Ud.

¡GRANDE, LUCIA POPP!

4 comentarios:

  1. Sí señor, GRANDE Lucia Popp, que sigue siendo mi Reina de la Noche. Bonito homenaje, Maac. Desconocía la anécdota de la Schwarzkopf.

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    1. Bueno, entonces del Real no eran las retransmisiones, eran de la Zarzuela.

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  2. AMO a Lucia Popp. Gracias por el artículo.
    Martin

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