Esta tarde llegaba al Palau con la lengua afuera, literalmente, pero al final me ha sobrado tiempo, es la consecuencia de haber tenido la brillante idea de adelantar el reloj unos minutos para no llegar tarde a ninguna cita. A los pocos minutos de iniciarse el concierto se me pasó por la cabeza que tampoco hubiera pasado nada si hubiera llegado tarde, suponía que me hubieran dejado entrar entre el Concierto para flauta cuerdas y continuo, "La tempesta di mare" de Vivaldi y el Motete "In furore justissimae irae", y es que estos conciertos para flauta no están hechos para mí, mira que Vivaldi compuso conciertos para instrumentos solistas: violín, violonchelo, oboe, fagot, viola d'amore e incluso uno para mandolina, cualquiera de ellos lo hubiera preferido, además Giovanni Antonini, que se encargaba de la dirección y de tocar la flauta dulce, no ha estado muy inspirado, sobre todo en el Allegro. Después ha salido Julia Lezhneva y entonces sí que he comenzado a disfrutar, de ahí hasta el final ha sido un concierto brillante. Ya había disfrutado de la cantante rusa hace unos años en el Auditorio de Castellón, me dejó muy buen recuerdo y hoy estoy convencido de que no sólo sigue siendo una magnífica cantante con un timbre luminoso, puro y muy homgéneo sino que además se va superando, parece que ha ganado en presencia vocal, en proyección y sigue manteniendo una capacidad extraordinaria para el canto adornado, puede con todo tipo de agilidades y coloratura, mantiene un fiato portentoso, siendo capaz de regular el sonido ofreciendo preciosos filados, en ellos la voz no pierde un ápice de consistencia, sólo adelgaza el sonido, manteniendo intactas sus cualidades tímbricas, es -como he pensado y he escuchado decir a más de uno- una máquina. Y ahí doy con el problema -si he de decir que la soprano tiene algún problema- falta expresividad, comunicación, carisma; esto, en el caso de Lezhneva, se convierte en un mal menor porque ofrece un variado despliegue de recursos técnicos y belleza tímbrica y musical a raudales; además, seguro que en el aspecto expresivo irá mejorando con el paso de los años, todavía es muy joven, veinticuatro años.
Tras el motete de Vivaldi, Il Giardino Armonico ha ofrecido "La Follia" de Geminiani, finalizando la primera parte con una nueva intervención de Lezhneva en el Motete "Saeviat tellus inter rigores" de Haendel. La segunda parte, que ha abandonado el Barroco para entrar de lleno en el Clasicismo, ha comenzado con una brillante interpretación de la Sinfonía núm. 49 de Haydn, y ha terminado con el espectacular "Exultate Jubilate" de Mozart. Con Lezhneva parece fácil lo difícil, sin duda Lezhneva es una de las grandes estrellas del panorama actual interpretando música del siglo XVIII.
No tiene nada que ver con el repertorio que nos ha ofrecido esta noche, salvo que es de Mozart, como el "Exultate...", pero no me resisto a poner este Youtube en el que Lezhneva ofrece una excelente versión de "Come scoglio":
El concieto ha finalizado con un único bis, el Aleluya de "In caello stelle clare" de Porpora:
Tu llegaste con la lengua fuera y yo acabé con la boca abierta... ¡Qué pedazo de concierto!.
ResponderEliminarMagistral la Lezhneva. Efectivamente su punto flaco puede ser la relativa "frialdad" que estas ejecuciones tan perfectas transmiten, pero ante semejante belleza es casi un insulto hablar de puntos flacos.
Parece increíble que con la envergadura tan pequeña de esta cantante pueda proyectar la voz con semejante volumen. Y lo que deja ya patidifuso es la maravillosa habilidad para controlar el caudal de sonido y jugar con unas medias voces y filados increíbles sin alterar la musicalidad de su línea de canto y con una afinación perfecta en todo momento.
¡Y 24 años!. Una gozada.
Ni siquiera Antonini tocando la flauta como colegial que va a ir a septiembre a recuperar nos bajó de la nube.
Lo de Antonini fue de juzgado de guardia, no tapaba bien los agujeros :-) No sé qué hubiera podido pasar si fuera una cantante de más carisma.
EliminarYo la escuché el pasado febrero en Madrid en Il Trionfo, con Jacobs, y me gustó mucho. ¡Qué envidia!
ResponderEliminarhttp://flvargasmachuca.blogspot.com.es/2013/02/el-triunfo-de-jacobs-y-de-la-orquesta.html
Envidia también la mía por lo de Il Trionfo.
EliminarPues esta es la señorita que canceló en Barcelona, de modo que la envidia es doble. Por lo lacónico, parece que Las folías de Geminiani no te hicieron delirar mucho ;-)
ResponderEliminarAl contrario que a otros, a mí me gusta mucho La Folía, pero es cierto que no deliré, me gustó más la sinfonía de Haydn.
EliminarLa verdad es que esta chica promete...una auténtica "joyita" del Este.
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