Haendel, que era capaz de absorber todo tipo de influencias y adaptarse a cualquier estilo, supo captar la esencia de la música inglesa, pero nosotros escucharemos algunas piezas de Purcell, cuando el compositor inglés murió el alemán tenía tan sólo diez años.
La blanca voz de Silvia McNair, The Academy of Ancient Music y la dirección de Christopher Hogwood.
- Trumpet Tune for Harpsichord in C major, Z T678 "Cibell"
Y de la música incidental para la tragicomedia en cinco actos The Libertine, or The Libertine Destroyed, Z 600:
- "To Arms, to Arms, Heroic Prince"
- Preludio "To Arms"
Vale, pues ahora voy a confesar dos vicios: Me gustan McNair, con esa voz tan carnosa y cálida, y Hogwood, tan criticado como un director encorsetado y rígido. A mi me importa un pimiento lo que digan. Son artistas que me gustan.
ResponderEliminarClaro que sí, y qué íbamos a hacer sin esas interpretaciones tan límpidas, no es bueno que todo suene como Il Giardino Armonico. McNair, una cantante de un timbre tan personal como poco romántico, me gusta especialmente en este repertorio, también resulta, al menos curiosa, su incursión en la mélodie, le da un toque naif que queda muy bien (no recuerdo si le he dedicado ya una entrada, si no lo he hecho lo tengo que hacer, tengo un CD titulado Réveries que me encanta). En la variedad está el gusto amigo Pablo.
ResponderEliminarTambién comprendo que para los más talibanes sea una voz sin chicha ni limoná, que tiende a los sonidos fijos. Pero el problema para mí no es ese, mientras se cante bien y se elija el repertorio adecuado creo que puedo soportar cualquier tipo timbre que no sea absolutamente cacofónico.
Me parece que no saber puede ser a veces una ventaja. Muy refrescante.
ResponderEliminar¿Lo dices por mí?
EliminarYo opino que hay que reivindicar la expresión "sin chicha ni limoná". Hay que recuperarla.
ResponderEliminarPues recuperémosla, en estos tiempos que corren me parece que la deberíamos tener bastante a menudo en la boca.
EliminarSubscribo lo que dices y creo además, que tiene una voz que brillaba en este tipo de repertorio. Saludos y gracias por dejarme entrar en tu blog.
ResponderEliminarNo, hombre, gracias a ti por hacerlo.
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