... os voy a confesar un secreto, me gusta L'elisir d'amore, y no sólo eso, es una de mis óperas bufas favoritas; además, aprovechando que hoy andamos con secretas confesiones os diré que, sin ser mi versión preferida, me gusta bastante la grabación de estudio con Pavarotti bajo la dirección de James Levine y con una Battle totalmente fuera de estilo aunque encantadora. Pero hoy traigo otra grabación que también es fantástica, esta protagonizada por Luciano Pavarotti y Mirella Freni en La Scala el 13 de febrero de 1979 con Reynold Giovanetti a la batuta. Escucharemos el aria final de la soprano "Prendi per me sei libero", Freni, que no tenía precisamente su punto fuerte en la coloratura, sale airosa del reto :
L'elisir d'amore fue estrenada en el Teatro de la Canobbiana de Milán en 1832 con texto de Felice Romano basado en un libreto que Eugene Scribe había creado para Auber, El filtro; el libreto de Scribe, a su vez, se basaba en una obra homónima de Silvio Malaperta. La acción transcurre en un pueblo de Italia a principios del siglo XIX. Es una ópera bufa en dos actos muy fresca, sin grandes pretensiones, de melodías sencillas y populares, gratas al oido, que poco tienen que envidar al mejor Bellini. El desarrollo de la acción transcurre en esta misma línea de sencillez, sus personajes provienen de los arquetipos de la comedia del arte. Se trata de hacer una parodia de la leyenda del filtro de amor. Algunos dirán que es ridículo, yo les invito a que vayan a Google y escriban "filtro de amor", igual se sorprenden porque actualmente todavía hay caraduras que se dedican a hacer negocio de la ingenuidad de los demás, seguramente no son tan simpáticos como el viejo Dulcamara. Lo cierto es que cuando se lo toma Isolda ya no nos parece tan absurdo, no rechazamos la idea de un filtro de amor por extravagante, y es porque en la ópera de Wagner todo queda cubierto por un halo de seriedad y trascendencia. Nemorino, un personaje simple y acomplejado que se define a sí mismo como "un idiota", será capaz de superar sus problemas gracias a la influencia psicológica que el elixir de amor ejercerá sobre él, en ese preciso instante Adina caerá en sus redes. Una ópera intrascendente, sencilla y musicalmente muy hermosa cuyo argumento no es más malo que el de tantas otras.
L'elisir d'amore fue estrenada en el Teatro de la Canobbiana de Milán en 1832 con texto de Felice Romano basado en un libreto que Eugene Scribe había creado para Auber, El filtro; el libreto de Scribe, a su vez, se basaba en una obra homónima de Silvio Malaperta. La acción transcurre en un pueblo de Italia a principios del siglo XIX. Es una ópera bufa en dos actos muy fresca, sin grandes pretensiones, de melodías sencillas y populares, gratas al oido, que poco tienen que envidar al mejor Bellini. El desarrollo de la acción transcurre en esta misma línea de sencillez, sus personajes provienen de los arquetipos de la comedia del arte. Se trata de hacer una parodia de la leyenda del filtro de amor. Algunos dirán que es ridículo, yo les invito a que vayan a Google y escriban "filtro de amor", igual se sorprenden porque actualmente todavía hay caraduras que se dedican a hacer negocio de la ingenuidad de los demás, seguramente no son tan simpáticos como el viejo Dulcamara. Lo cierto es que cuando se lo toma Isolda ya no nos parece tan absurdo, no rechazamos la idea de un filtro de amor por extravagante, y es porque en la ópera de Wagner todo queda cubierto por un halo de seriedad y trascendencia. Nemorino, un personaje simple y acomplejado que se define a sí mismo como "un idiota", será capaz de superar sus problemas gracias a la influencia psicológica que el elixir de amor ejercerá sobre él, en ese preciso instante Adina caerá en sus redes. Una ópera intrascendente, sencilla y musicalmente muy hermosa cuyo argumento no es más malo que el de tantas otras.
Puestos a devolver provocaciones veraniegas, te diré que lo mejor de esta ópera es que hablan de Tristan e Isotta.
ResponderEliminarAnda que no te la sabes larga...
Como que es una parodia de la historia de Tristán e Isolda.
ResponderEliminarHahahahahahaha!!! Quina parella de dos!!! Doncs mireu, posats a provocar, aquí entro jo:
ResponderEliminarNo hi puc fer més, quan veig l'”ardit” Lohengrin arribar dalt de la barqueta arrossegada per un ànec..., ui, perdó: volia dir per un cigne, és que no hi puc fer més: em vénen ganes de riure, igual que quan sento que la Norma diu allò de “Di Pollione son figli”. De debò que em vénen ganes de riure.
Vinga, va: Una abraçada a tots dos... i visca l'estiu!!!
Con el término "pene" se dan situaciones muy graciosas, por ejemplo cuando en el Orfeo de Monteverdi el protagonista dice: "Ahi, chi nega il conforto à le mie pene ?"
ResponderEliminarPor no hablar de Rigoletto cuando suelta lo de "Ella sentia, quell'angelo, pietà delle mie pene solo, difforme, povero, per compassion mi amò." O el Duca cuando dice "Bella figlia dell'amore, schiavo son de' vezzi tuoi; con un detto sol tu puoi le mie pene consolar."
ResponderEliminarAhora que nadie nos lee... Pero si yo estoy leyendo, ¿yo soy nadie? No voy a quejarme por ser nadie, ya que "nadie es perfecto", así que salgo ganando.
ResponderEliminarTonterías aparte, la primera vez que escuche l'Elissir d'amore hasta me ofendí por lo estúpido que me pareció todo. Hace ya tiempo de eso y no conocía otras grandes cimas de la estupidez como La fille du regiment. El caso es que ha pasado el tiempo, la he escuchado más veces y cada vez me parece menos estúpida, es más, hasta me parece que tiene bastante retranca que la hace disfrutable. La fille, en cambio, sigue pareciéndome igual de tonta que la primera vez.
Yo también tengo una buena opinión de esa grabación de Levine, un director que me gusta más en ópera italiana que cuando se pone serio (y plúmbeo) con la ópera alemana.
Hola !
ResponderEliminarCreo que no existe ópera estúpida. Quizá sí exista mal momento para verla, o mala predisposición para apreciarla. Por supuesto cada cual tiene sus gustos, que no siempre son inamovibles. Por tanto... No deberíamos ser cautos y reflexivos en el lenguaje? Bueno, es mi humilde opinión. (Vamos, que lo digo de buen rollo, que no se me moleste el pitufillo).
: )
Me gusta mucho este blog. No siempre estoy de acuerdo con todo lo que leo. Precisamente por eso me entretiene. Siento no entender el catalán, pero bueno, como dice un amigo mío, argentino él: "Así es la cooooosaaaaaaa..".
Un saludo para todos. Cuidaos.
M.
Es verdad que a veces, dado que normalmente comentamos casi siempre los mismos y ha confianza, utilizamos términos un poco fuertes y olvidamos la corrección política. Evidentemente, lo de decir que algunas óperas son estúpidas es una exageración, quedaría mejor decir que sus argumentos son endebles, que pecan de una inocencia que puede que funcionase hace siglo y medio pero que ahora está superada o cualquier otro argumento parecido. Mea culpa.
ResponderEliminarha confianza = hay confianza
ResponderEliminarMaybe no one reads you cause of your snobbery.
ResponderEliminarYou're reading me now, in which place does that leave you, loser?
ResponderEliminarJa, ja, ja -sorry-: Ha, ha, ha... and my tailor is rich, of course, Mr. Anonymous.
ResponderEliminarReholas !
ResponderEliminarTitus, la verdad es que tienes razón. Yo soy novatilla por aquí y vosotros tenéis vuestro código (no sólo la confianza). Estuve un poco desacertada en el comentario, ahora que lo pienso.
Mea culpa.
Estaba escuchando a Kaufmann, pero es algo tarde..
A ver si me animo a escribir. No es lo mío pero me apetece. Y me busco un "nick" para no confundir. Igual alguno operístico.
Cuando me bautice regreso !
Por cierto, conocéis algún chat en el que se hable de ópera, en español?
Saludos a todos y feliz fin de semana.
M.
Yes Titus, I'm sure losers and who comes across as a loser is all that you guys here worry about, if you can barely admit to liking Elisir. More people will read you when you get over yourselves.
ResponderEliminarPavarotti no resulta creíble como Nemorino. No vocalmente, sino físicamente, no en la representación. No así Kraus, siempre creíble en el papel de Werther. Es obvio que no es discutible su calidad vocal, pero sinceramente, el Nemorino es de Rolando Villazón, tanto en la grabación de Viena 2005 como en la del Liceu, un año o dos posterior.
ResponderEliminarSaludos.
saludos maac, el elixir me gusta, aunque naturalmente hay otras más óperas que me gustan mucho más, he leido algún comentario aqui sobre el idioma, una sugerencia, por qué no haces cómo el (des) govern valenciá que vá primando el chino mandarín sobre el valenciá+catalá, saludos paco
ResponderEliminarPues a mi también me gusta EEDA. A veces da la impresión que admitir que te gusta Bellini o Donizetti te sitúa un peldaño por debajo en lo que se refiere a afición por la ópera de los que hablan tan solo de Wagner o Strauss. Se dice con la boca pequeña o en verano donde por el calor parece que está permitido bajar le pistón y beber tinto de verano.
ResponderEliminarDiscrepo con "anónimo". LP es un gran nemorino en lo vocal y en lo teatral. Quién más pueblerino o simplón que Pavarotti? Donde no pega Luciano es en Don Carlo, por ejemplo.
Anyway. Great blog with variety and respect to all the opinions
Gonzalo, pienso que cada uno tiene derecho a sus propios gustos y libertad para expresarlos o no, sin que eso te coloque ningún peldaño por encima o por debajo de los demás. Por eso mismo me alegro mucho que a Gabriela le guste tanto el Nemorino de Villazón, desde luego no es mi caso.
ResponderEliminarLa verdad es que hay Óperas con argumentos algo débiles, pero ¿qué es preferible? ¿una Ópera con un argumento muy sólido y música debil o no importa que el argumento sea simple mientras la música sea hermosa?. Creo que la esencia de la Ópera es la música, pero de todos modos si uno es lo bastante ingenuo como para emocionarse con un argumento como el de El elixir de amor o el de La hija del regimiento, mejor, doble disfrute.
ResponderEliminarEse es un debate eterno, Jenofonte. No sé si la esencia puesto que lo que diferencia la ópera de otros géneros es su escenificación y pocos aficionados gustan de la ópera en versión concierto antes que de la escenificada. Pero sí que es cierto que en la ópera la música es fundamental o, si quieres, esencial.
ResponderEliminarMe alegra encontrarme con participantes nuevos en el blog: Paco, que ya lo conozco porque ha participado otras veces, Gabriela, también conocida del blog de Joaquim, Gonzalo, Jenofonte; y también a Roberto y Fernando, que han participado en una entrada anterior. Y a los Anónimos, por supuesto.
Solo soy un simple aficionado, y bastante ignorante, pero no creo que un debate dure mucho si se consideran racionalmente las condiciones. Creo que si bien es cierto que la escenificación y el vestuario son importantes (¿Aida en el Metropolitan?) la música es lo primero. ¿Por qué pienso eso?, pues porque una ópera puede ser representada con una mínima escenografía y vestuario, pero si está bien interpretada al rato uno se olvida que no hay escenario y se deja llevar por la música.
ResponderEliminarPor supuesto que una buena escenografía ayuda mucho al conjunto, pero no es absolutamente indispensable, la música si, sin música sería teatro solamente.
Bueno, es solo una conversación, y como en todas las cosas habrá quienes piensen de una o de otra manera y las opiniones serán tan respetables como el tono que se use para exponerlas.
Mucho me gustaría poder alguna vez en la vida asistir a una ópera en vivo y en grande, pero mientras tanto solo he accedido a ellas por televisión, en mi muy pequeña coleción de DVDs y en los discos de audio (solo audio).
. . . . . . .
Bueno, de todos modos se trata del Elixir, no creo que sea intrascendente, puede que no sea un monumento musical como otras óperas, pero es entretenida y la música agradable de escuchar, por lo que tiene su valor.
Es cierto que los filtros de amor siguen vigentes y en el comercio, para quienes crean en su eficacia. Pero siendo honestos ¿quién en su vida, al ser despreciado no pensó en su desespero que sería bueno contar con una mágica pócima?
Jenofonte, es un debate que ha durado mucho para solucionarlo nosotros en un "tres i no res", podría decirse que ya está presente en el Prólogo del Orfeo de Monteverdi con la intervención de un personaje alegórico, la Música (Io la Musica son ch' à i dolci accenti sò far tranquillo ogni turbato core...), que tiene que, curiosamente, recurrir a la palabra y a la escenificación; y lo está también, mucho más explícitamente, a finales del XVIII en "Prima la musica e poi le parole" de Casti y Salieri y ya en el XX en "Capriccio" de Richard Strauss. Por no hablar de las teorías wagnerianas sobre el drama musical.
ResponderEliminar"L'elisir" igual no es intrascendente lo que quise decir es que es una ópera que no busca la trascendencia, además transcurre con agilidad y con un nivel de inspiración musical notable, algo que no comparte, siempre según mi criterio, con "La fille", ópera que ha envejecido mal y que dramáticamente es un peñazo, coincido con Titus, si bien hay que reconocer que posee números a veces espectaculares, otras inspiradísimos junto a otros perfectamente olvidables.
¿Por qué "La fille" ha envejecido mal?, me parece que las nuevas versiones, una con Patrizia Ciofi y otra con Natalie Dessay en el papel de Marie -que son las que me gustan- están bastante buenas, con el libreto rejuvenecido. ¿Qué significa que dramaticamente sea un "peñazo"?, ¿que es pesado, o poco creible?, no entiendo el término.
ResponderEliminarDigamos que no me van mucho los Regimientos.
ResponderEliminarAún así La fille contiene una de las arias que más me gustan de Donizetti "Convien partir" y que si la sacas de contexto es muy emotiva.
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