El otro día, durante el festín en el que probamos el famoso cóctel Rossini salió a colación la AVAO. (Asociación Valenciana de Amigos de la Ópera) y una amiga (C) nos contaba que buscando información en la Red sobre esta Asociación ya desaparecida hace bastantes años, de la que la mayoría ignorábamos casi todo, se había tropezado con unos mensajes que publiqué en La Tertulia del Foyer, un foro de ópera en el que participé hasta poco antes de crear Cantan Ellas (actualmente El blog de maac), en los cuales se hacia referencia a que se había refundado aquella asociación operística que en un origen organizaba su propia temporada (aunque en la segunda etapa la asociación no tendría mucho éxito, pronto desaparecería). C sacó su smartphone y nos leyó los mensajes, en la cadena participaban también Titus, que más o menos al mismo tiempo había fundado su propio blog (El blog de Titus) huyendo también de La Tertulia; Britten, seudónimo bajo el que escribía Jaume Tribó, una leyenda en el Gran Teatre del Liceu, que había colaborado con la AVAO en el Principal de Valencia; R.Lasparri, un buen tipo, alzireño, que fue a encontrar su amor en Cataluña precisamente a través de ese foro de ópera y Oasis, un ex-miembro del coro de la ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) que vino a encontrar su amor en Valencia y del que no llegué a probar su famosa purrusalda por culpa de desavenencias nacidas en La Tertulia; aunque nunca nos enfadamos con él un buen día desapareció, parece ser que se disgustó porque no le habíamos avisado de que salían a la venta para no abonados las entradas de la primera Turandot que programó Les Arts y se había quedado sin poder adquirirlas, pero no para asistir él sino que las entradas eran para unos amigos de Toledo, una especie de talibanes de la ópera italiana, enemigos declarados de todo lo que oliera a germánico -Wagner fundamentalmente-, que pensaban venir a Valencia para conocer el nuevo teatro de ópera. Es curioso que una persona que vive en Valencia encargue a otros, que además son abonados y ya tienen sus entradas, que estén vigilantes por si salen unas entradas a la venta porque el Palau de les Arts no tiene un canal de información exclusivo para abonados y las fechas de venta se saben con antelación por todo el mundo.
En aquella serie de mensajes sobre la AVAO relataba la anécdota de aquellos viejecitos que encontré en el Principal cuando asistía a mi primera ópera, Il matrimonio segreto, y que me habían contado que en los años sesenta iban al Liceu desde Valencia en vespa. En ese momento caí en la cuenta de lo que me puedo llegar a repetir porque esa historia ha aparecido ya en varios sitios, creo que incluso en este blog, me entró el complejo del abuelo cebolleta contando batallitas y dije algo así como "ya... ya... ¿no me digas que conté lo de la vespa? ¡si es que me repito como el ajo!". Cada vez que pienso en que son ya más de 1.200 entradas las que llevo escritas no dejo de asombrarme y me parece que es casi inevitable repetirse, aunque procuro que no sea así. A la hora de escribir una entrada no le doy muchas vueltas, se me ocurre una idea y allá que voy, me lanzo y entonces sólo pienso en publicar cuanto antes, luego sale lo que sale (¿no me digáis que esta frase no suena a Rajoy?), cuando las releo a veces me hago cruces, intento rectificar y frecuentemente la meto más al fondo porque los párrafos pierden coherencia interna. Redactar no es lo mío, pero bueno, tengo mis lectores, mis seguidores, mis comentaristas, ni muchos ni pocos, los suficientes, y pienso que eso es lo más gratificante para un bloguero; sí, tengo mucha suerte de haberos conocido, gran parte del merito de la cantidad de entradas que ha producido este blog en los cinco últimos años es vuestro.
Y puestos a repetirse, para amenizar esta entrada con música os dejo a Elisabeth Schwarzkopf cantando "Vilja" de La Viuda Alegre (Lehar) tal y como lo publiqué en diciembre de 2007:
Y puestos a repetirse, para amenizar esta entrada con música os dejo a Elisabeth Schwarzkopf cantando "Vilja" de La Viuda Alegre (Lehar) tal y como lo publiqué en diciembre de 2007:
Bueno, ahí voy.
ResponderEliminarUna de mis experiencias más esotérico/operística la pasé el 5 de junio de 1980 en el Teatro Principal de Valencia, ya no fue la AVAO quien organizó ese ciclo que lo asumió la Dirección del Teatro Principal y en cuyo programa general, bastante precario pero no exento de crítica, se arremete contra las Instituciones públicas y al escaso valor que se daba a la opera en España.
El caso es que yo me desplacé desde Alicante, donde hacía la mili a Valencia. Ese día estaba programada TOSCA (la mini temporada incluía también Carmen, Madama Butterfly y Rigoletto)Compré la entrada cuando abrieron la taquilla (de general) y acostumbrado como estaba a las colas del Liceu, no me moví de la puerta de acceso lateral, suponiendo que al poco de abrirse la taquilla se organizaría una cola que me permitiría ir a comer, una vez dada la tanda.
El 5 de junio era un jueves festivo (supongo que el Corpus). Me pasé horas en la calle y no venía nadie, a poco de empezar la función se formo una colita de unas diez personas máximo. Yo estaba exhausto, aburrido pero con ganas de saborear opera.
Los cantantes fueron Nadia Stefan en el rol de Tosca, (nunca más he oído hablar de esa señora), Pedro Lavirgen y Joan Pons en sus inicios como barítono, recuerdo que tanto Lavirgen como Pons me entusiasmaron.
En el Principal había muy poca gente y el ambiente era muy poco apasionado. Mi entrada de general me permitía ver todo el escenario, cuya producción era dignamente provinciana y de nivel similar a las del Liceu de aquellos años precarios.
Cuando terminó la función y como no tenía dinero para una pensión, me dirigí a la estación donde intenté dormir en un banco hasta la salida del primer tren que me tenía que llevar a Alicante, ya que ese viernes por alguna razón que no recuerdo, no podía ir a Barcelona como acostumbraba todos los fines de semana.
Las horas de plantón en la calle, más las horas de banco ferroviario no pudieron conmigo, ya lo ves y mirando el programa que aún conservo, veo que tienen las firmas de Lavirgen y Pons, también la de Mari Carmen Hernández que cantaba Butterfly y que haciendo la cola matutina abordé al verla salir del teatro.
Experiencia inolvidable por muchos aspectos y que no estoy seguro (soy más cebolleta que tú), que no haya contado ya en este blog.
Joaquim, eso sí que es amor por la ópera. Creo que en este blog nunca lo has contado, aunque sí me lo contaste personalmente.
EliminarNo sé como lo harás, pero parece como si escribieses directamente lo que vas pensando, con lo que puedes concentrarte en lo que quieres decir y no en como decirlo. Y, por lo general :-) eres tan claro como en una conversación, además de opinar con honestidad y mojarte mucho, sin apenas usar el bombo de los calificativos. Este balance/confesión de hoy es un buen ejemplo, y no me ha sonado a Rajoy para nada. Me tomaré un chopito de orujo, gracias.
ResponderEliminarNo, no, un chupito no, tienes barra libre.
EliminarEl agradecimiento tiene que ser nuestro siempre, por el gran esfuerzo que dedicas y lo mucho que algunos hemos aprendido y disfrutado con tu blog.
ResponderEliminarHay quien, como es mi caso, se inició en esto de los blogs a través de su enganche a Cantan Ellas.
Lo de Cebolleta te lo perdonamos, es lo que tenéis los mayores... jajaja...
Brindo con un Rossini por muchos años de blog de Maac
Es como una cadena, yo me inicié gracias al blog de Joaquim.
EliminarQue un tío tan inteligente(sin desmerecer a los anteriores que sin duda alguna también lo son) te diga estás cosas...
Para ti también, barra libre.