miércoles, 13 de junio de 2012

Palau de les Arts - "Medea" de Cherubini

Imagen perteneciente a los ensayos en el Palau de les Arts.

Cuando vas a asistir a una representación de Medea de Cherubini, a poco que te hayas informado sobre la trayectoria histórica de esta ópera, es fácil que te plantees qué sentido tiene hoy ofrecerla en italiano cuando fue compuesta en francés, y con unos recitativos cantados cuando fue estrenada en París con diálogos hablados. Si uno va al Palau de les Arts y sabe que dirigirá Mehta con la orquesta titular del teatro es fácil que presuponga que la versión que se ofrecerá será la segunda, la impura. Hay varias razones para decantarse por esta versión, la principal es que fue con ella con la que Maria Callas exhumó y popularizó, de alguna manera, la obra; pero también el hecho de que las obras de arte pueden estar en contínua evolución y son susceptibles de incorporar añadidos a lo largo de la historia para convertirse en algo distinto a lo que fueron en origen; la música, el teatro o la literatura, a diferencia de la pintura, arquitectura y otras artes, tienen la ventaja de que, aunque se altere la obra inicial, ésta siempre perdura, permaneciendo inmutable; por eso siempre he defendido que hay que ser flexible con todas las propuestas que nos puedan ofrecer por descabelladas que parezcan, criticarlas si es necesario pero sin rasgarse las vestiduras por pretendidos atentados al autor, éste suele estar muy cómodo en su tumba y su obra a buen recaudo en bibliotecas, museos, archivos de audio, vídeo, etc., ni que decir tiene que hay también razones, muchísimas, para justificar acudir a la versión original de Medea (Medée), la principal es que la original se corresponde con lo que el compositor quiso que fuese su ópera.

Por lo tanto, ambas soluciones, acudir a la original o a la revisada, son válidas y los cuerpos estables de Les Arts están más capacitados para ejecutar la versión retocada que la primigenia porque ni tienen los instrumentos adecuados, ni están acostumbrados a trabajar con criterios historicistas; además, Zubin Mehta tampoco se caracteriza por su carácter "innovador" en este sentido, recordemos sus manifestaciones sobre la forma de interpretar Mozart realizadas con ocasión de Don Giovanni en esta misma temporada. Por no decir que Medea (Medée) con diálogos hablados puede perder muchos enteros para lo que los espectadores actuales estamos acostumbrados -a mí me daría mucha pereza, la verdad, aunque sí sentiría curiosidad-, quizás en un futuro la idea de ofrecerla tal y como la estrenó Cherubini sea vista con mejores ojos por el espectador medio.


Representar Medea hoy en día se convierte en todo un acontecimiento, es una rareza, pocas sopranos se atreven con un rol tan complicado vocal y dramáticamente sobre el que gravita la sombra de Callas (lo que le añade una pequeña dosis de morbo), una de las que se ha atrevido es la lituana Violeta Urmana, que, como todos los cantantes del reparto, debutaba el papel, Urmana tiene la voz apropiada para el rol. Además de tener un bonito timbre su voz se corresponde con el de una soprano dramática o falcón, he hecho a triunfado en Les Arts con dos papeles que corresponden a esa fronteriza tipología vocal y que también interpretó Callas: Kundry e Iphigenia, aunque Urmana, a diferencia de Callas, lo hizo en los idiomas originales, alemán y francés respectivamente. Las dudas venían de la parte dramática y es que hay muchos que consideran a la ucraniana como una soprano fría e inexpresiva.



Medea es un animal acorralado (esto ya lo dije de Norma, pero es que es así, Medea más animal incluso), un ser no solitario, algo peor, condenado a la soledad, sólo cuenta con el fiel apoyo de Neris y sufre una evolución psicológica a lo largo de la ópera que hay que transmitir, en el primer acto se muestra como una mujer protectora del hogar familiar dispuesta a todo para recuperar a marido e hijos, poco a poco el odio y la sed de venganza harán que su situación se vaya deteriorando llevándola a cometer varios asesinatos, entre ellos el de sus propios hijos. Esta trayectoría psicológica hay que saber plasmarla. Me ha gustado Urmana en los momentos de abandono, en los que aparece la madre, el ser que duda, menos conseguidos bajo mi punto de vista han sido los momentos en los que se exige una expresión trágica, de arrebato y fiereza. Vocalmente ha estado impecable en la zona media y grave, mientras que se ha mostrado muy tirante en los agudos, al borde del grito, pero también Callas tuvo este problema, Urmana me ha parecido que intentaba controlar que no se le fuera la voz, por eso al dar a los agudos antes los notaba muy tirantes que puramente gritados (en el sentido de descontrolados), en este aspecto ha mejorado muchísimo cuando a lo largo de la representación ha calentado la voz.

Pero las dificultades no se circunscriben sólo a la protagonista, también es muy exigente, aunque sus intervenciones no sean muy numerosas, el personaje de Glauce, que ha sido interpretado por la soprano valenciana Ofelia Sala, hay que tener una excelente técnica vocal para desarrollar las ornamentaciones en su glucko-mozartiana aria de entrada "O Amore, viene a me...", el rol de Glauce se adapta perfectamente a su estilo y cualidades vocales, aunque tiene una voz bien timbrada había momentos en los que afloraban opacidades, faltaba algo de metal. No ha sido una Glauce que me haya convencido totalmente.

La mezzosoprano madrileña María José Montiel, con una voz amplia, cálida y  muy bien proyectada, interpretó el papel de la fiel y abnegada Neris, ha realizado una excelente interpretación, cuidando siembre la intención y siendo muy expresiva, su aria "Solo un pianto", magníficamente acompañada por el fagot, ha sido uno de los grandes momentos de esta función.

En los papeles masculinos, participaban dos cantantes eslavos: el ucraniano Dmitri Beloselski, que interpretaba a Creonte, rey de Corinto, que tiene una voz de auténtico bajo, de esas que hoy no es fácil encontrar, nada más por esta razón ya ha valido la pena escucharlo aunque su línea de canto no haya sido todo lo pulida que a uno le hubiera gustado; el segundo cantante ucraniano eslavo era el tenor petersburgués Serguéi Skorojodov que asumía el papel de Jasón, tiene un timbre interesante pero extraño, me ha recordado en muchos aspectos al de Gregory Kunde, ha cumplido su cometido con suficiencia, me gustaría escucharlo en otro tipo de repertorio.

Los cantantes del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo Leonard Bernad (Jefe de la guardia), Brigitta Simon (Primera sierva) y Hagar Sharvit (Segunda sierva) completaban el reparto de esta Medea, son papeles pequeños que no permiten hacerse una idea fiable de como es cada cantante, los tres han estado muy bien en sus respectivos papeles.

Y si hablamos de dificultades también hay que mencionar las exigencias de esta partitura para con los miembros de la orquesta y el director, Medea tiene un marcado carácter sinfónico, de hecho algunos han llegado a considerarla casi un oratorio. La Orquesta de la Comunitat Valenciana y Coro de la Generalitat han estado al nivel al que nos tienen acostumbrados, con momentos espléndidos como el concertante del primer acto (magnífico el oboe solista) y la obertura e introducción orquestal de los actos segundo y tercero, Zubin Mehta también ha estado al nivel acostumbrado, su dirección me ha recordado mucho a su Fidelio, ofrecido en Les Arts en dos ocasiones, sólo ha tapado a los cantantes en momentos muy puntuales, quizás en la introducción orquestal del tercer acto ha abusado de elementos percusivos pero ha obtenido un resultado espectacular.

Muchas dificultades ¿no? Pues aún hay más, la que se deriva de querer aprovechar una misma escenografía para dos óperas tan distintas como Il trovatore y la que nos ocupa. Hay que aplaudir el trabajo de Gerardo Vera, con los mismos elementos ha sido capaz de realizar dos escenografías totalmente distintas, si con Il trovatore acentuaba la presencia del fuego y el ambiente nocturo con Medea ha utlizado la fuerza del rojo para ir mostrando como la sanguinaria sed de venganza se iba apoderando poco a poco de la protagonista. La escenografía aprovechaba una escalinata sobre la que parecía que acababa de caer un bomba causando un boquete para situar a los protagonistas del drama en diferentes planos y dar movilidad escénica. Una Medea en la que el mar ho el agua ha estado siempre presente. Esta vez no ha habido ni un solo abucheo.

Al igual que ocurriera con Il trovatore Alejandro Andújar, adjunto a la dirección de escena escenografía, se ha encargado de un vestuario inclasificable dentro de una época concreta, mezclando diseños clásicos con otros más actuales, la iluminación corrió a cargo de Juan Gómez Cornejo ha producido efectos muy plásticos y las videocreaciones de Álvaro Luna han contribuido eficazmente a explicar la acción dramática y musical, como la cabeza del carnero dando vueltas representando la maldición del vellocino de oro o la ilustración de una tempestad en el mar al iniciar el tercer acto).

En definitiva, una tarde-noche de ópera de lo más placentera. La nota negativa se la lleva la poca asistencia de público, es una lástima, yo creo que entre anunciarse en todas las paradas de autobús de la ciudad y área metropolitana, y no anunciarse en ningún lado tiene que haber un término medio.

Y para finalizar una anécdota: El primer conocimiento que tuve de Medea de Cherubini no vino a través de Callas sino de Caballé, fue a finales de los noventa en unas representaciones en Mérida, transmitidas por televisión, que quedaron grabadas en mi memoria sobre todo por unos cinco hechos no estrictamente musicales: porque en aquel verano hizo muchísimo calor, alcanzándose en la ciudad extremeña temperaturas que rondaron los cincuenta grados; porque los aficionados estábamos intrigados sobre si la salud vocal de Carreras seguía deteriorándose tras superar su complicada enfermedad o había motivos para pensar en una recuperación; porque la responsable del vestuario comentó para RTVE que había diseñado el collar de Medea para que fuera muy largo, llegando más abajo de la cintura de la hechicera, y que comprobó asombrada que con el volumen de Caballé el collar quedaba excesivamente corto; también recuerdo estas representaciones porque Caballé se mantuvo durante gran parte de la función junto a las columnas del teatro romano atenidendo al apuntador, y finalmente las recuerdo porque me gustó muchísimo la ópera y porque la Caballé de entonces no tenía nada que ver con la de quince años antes.
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23 comentarios:

  1. Gracias por la excelente crónica. Acabo de llegar después de una estupenda función/cena.
    Estoy muy de acuerdo en casi todo. Sólo un apunte. Alejandro Andújar no es adjunto a la dirección de escena sino adjunto a la escenografía.
    Creo que el público valenciano no debería de dejar de acudir a una ópera como Medea, por muy desconocida o poco conocida que sea. Solo por Violeta Urmana, la orquestra de la Comunitat Valenciana, el coro y Zubin Mehta, esta ópera debería de ser el broche de oro del festival. Una pena que el público no apoye proyectos como este.
    Un saludo madrugador.

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    1. Gracias por el comentario y la puntualización, ya lo he corregido. Saludos.

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  2. La única referencia que tengo son tres versiones de Callas: la de Bernstein en L'Scala, la de estudio con la EMI, y la de La Scala en el 61 (creo recordar) y cada una de ellas me parece distinta completamente.
    Para mí, en la primera, con Bernstein es una Medea en la que saca toda su furia, parece que te va a sacar la mano y te va a agarrar por el cuello.
    En la de EMI, Medea es más sofisticada, es una mujer edulcorada y hasta cierto punto sibilina, más controlada.
    Y en la última, Medea es una mujer agotada, cansada y hasta cierto punto rendida.

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    1. Es cierto, las interpretaciones de Callas en general suelen ser diferentes según la época, lo que muestra lo obsesionada que estaba por la interpretación y lo que trabajaba los personajes, pero también su salud vocal le llevaba a ser más agresiva e impetuosa en la primera mitad de los cincuenta, además iba madurando su visión de los personajes con el transcurso del tiempo y, en general, se mostraba más relajada y reflexiva al final de su carrera.

      Gracias por el comentario, conozco las de Florencia 1953 (su debut en el papel y sólo el tercer acto), la de La Scala con Berntein 1953, Dallas 1958 y la de estudio 1957, pero confieso que las suelo escuchar fragmentariamente, buscando puntualmente lo que más me interesa porque las grabaciones son de bastante mala calidad y la que más he escuchado, aunque no es en la que mejor está, es la de estudio, precisamente por el sonido.

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  3. Ucraniano y petersburgués como que no casan, ¿no?

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    1. No sé si casan o no, así es como viene en la información de la página de Les Arts.

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  4. No hay que creerse todo lo que dice la web. Y perdona que aparezca como anónimo, pero nunca sé con estos blogs cómo poner mi nombre (Andrés.

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    1. Andrés, no sé exactamente qué quieres decir, Skorojodov es de San Petersburgo, y Beloselski es ucraniano, al menos así consta en información difundida por el Palau de les Arts y publicada en todos los medios, desde El País hasta Las Provincias, pasando por la página de información cultural de la Generalitat Valenciana, si no es ucraniano dime de dónde es y ya está.

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  5. A ver si me explico, que diría el Tío La Vara. Tú dices que "el segundo cantante ucraniano era el tenor petersburgués Serguéi Skorojodov ". Pero es que resulta que, diga lo que diga la web del Palau, El País y el sursum corda, San Petersburgo no está en Ucrania (capital Kiev), sino a muchos kilómetros de distancia.

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  6. Estuve anoche en "Medea". Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices de la versión, pero quizá, visto el poco público asistente, esta versión fue la más acertada. ¡Imagínate en francés y con recitativos hablados siendo como es el público valenciano!
    Me pareció una gran "Medea". Violeta Urmana estuvo soberbia, interpretando una "Medea" de gran dramatismo. Su voz es mucho más grave que la de la Callas(más aguda y amplia) y, para mi gusto, cantó, interpretó y transmitió fenomenal. Encontré también grandiosa la dirección de Zubin Metha. La orquesta sonó francamente bien en una ópera tremendamente dramática pero con momentos melódicos y preciosos coros. Impresionate Neris de María José Montiel. Excelente. Me encantó el bajo Dmitri Beloselski, una gran voz. Correcto el tenor Serguéi Skorojodov. Bien los coprimarios. Lamentable Ofelia Sala. Cantó muy mal y a mí me parece que no es tan mala como lo pareció ayer. Peor el Coro que en otras ocasiones. En algún momento, más que cantar, "gritó" lo que le valió algún silbido al final. Parece ser que han llegado un poco justos de ensayos a esta ópera. Me gustó más la producción de Gerardo que el día de "Il trovatore". Una noche estupenda y una oportunidad de escuchar una ópera "no habitual". Un lujo que la "premiere" de Urmana y Metha haya sido en el Palau de Les Arts.
    Un aficionado a la ópera.

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    1. Hola, aficionado, gracias por exponer tu punto de vista, no me di cuenta de los silbidos al coro. Empezó la temporada medio bien con el Boris, luego parecía que iba a ser un desastré, en marzo a partir de Thaïs se arregló bastante y el Festival está saliendo redondo, a ver si tenemos un buen Tristán, sería el no va más, la pena es que es en concierto.

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  7. No sé si podré asistir a estas Medeas, creo que no, aunque ganas no me faltan. Pero con crónicas tan exhaustivas y detalladas como la tuya se hace uno una idea de la función incluso sin ir.

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    1. Es una pena que no puedas asistir, además hay entradas para dar y vender, en el cuarto piso en el estreno éramos catorce personas, imagínate... podías campar a tus anchas sin que nadie te molestase, aún así tengo que decir que había una pareja que casi se cargan con sus historias el aira de Neris, para mí que estaban intentando grabarla. Helga cuando presentó el Festival se quejó de la falta de presupuesto para publicitarlo, aludiendo a que podría haber venido mucho público de fuera (habitualmente en el Festival siempre ha habido mucho público extranjero), y yo creo que tenía razón porque Medea es una ópera que no se suele representar y suponiendo el debú tanto de Urmana como de Mehta la propuesta resultaba bastante atractiva, aunque coincidía con la Poppea del Real, que por lo que nos han contado fue un fiasco, con abucheos ya alterminar el primer acto.

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  8. Coincidencia total con todo cuanto comentas, como ya tuvimos ocasión de hablar en esas divertidas cervezas post función.
    Discrepo de la opinión del Aficionado a la Ópera respecto al Coro. Es cierto que estuvo mejor en la segunda parte que en la primera, pero, desde mi punto de vista, moviéndose siempre en terrenos excelentes.
    La baja asistencia de público es preocupante. Entiendo que la crisis afecta, pero pienso que sobre todo influye el desconocimiento de la gente de esta ópera, porque para "Il Trovatore" aunque no está todo vendido, sí que se ve una marcha de venta más esperanzadora. Si desde el teatro o instancias culturales no publicitan suficientemente la calidad de lo que están ofreciendo, deberían replantearse el retorno en venta de entradas que les puede suponer el gasto en publicidad y centrar éste donde y como pueda ser más efectivo.
    Entradas como la que hiciste tú o la página de la Asociación Amics de lòpera i de les arts, preparando la función, es un muy buen sistema de poner el granito de arena para entre todos intentar que el público responda, porque sin él cualquier pelea por la pervivencia de la temporada de ópera o por una mayor inversión, no tendrían sentido.
    Un abrazo

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    1. Se nota la crisis tanto en el Palau como en los espectadores, pero no todo consiste en sacar las tijeras, hay que trabajar en la optimización de los recursos.

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  9. Soy un aficionado a la opera, traspasado de Madrid desde hace unos años ( cada vez mas Valencia menos Madrid) y solo puedo felicitar a los responsable y aficionado de Valencia de la alta calidad de sus representaciones. Soberbia programación y novedades como Medea magnificas (no Popea, Coros y otras bazofias)
    Otra vez espléndida programación y Festival

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    1. Gracias Fernando por tu comentario, Madrid tiene dos cosas envidiables, la primera es una afición a la ópera más que asentada y la segunda es el enorme porcentaje de financiación procedente de fondos privados (para ser un teatro europeo) y la considerable cantidad que desembolsan las arcas públicas.
      La programación de Les Arts es muy tradicional, yo arriesgaría un pelín más, sin llegar a lo de Madrid, debe existir un término medio, pero dadas las particulares circunstancias que se dan aquí pienso que se està programando con bastante lógica, a ver qué pasa en los próximos años, espero que el trabajo que se ha estado haciendo hasta ahora sirva para algo.

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  10. Alguien sabe más sobre el Tristán e Isolda del Auditori?
    No sé donde lo he leído, pero parece ser que no será en versión de concierto puro y duro como se anuncia. Parece ser que será tipo "instalación" con luces y movimientos. ¿Será verdad o es un bulo más de las Artes?
    Un saludo.

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    1. No es un bulo, parece ser que han hecho una especie de plataforma para los cantantes. En "Ariadne auf Naxos" intentaron una especie de escenificación y a última hora decidieron no hacerla porque pensaron que no funcionaba, así que si no hay cambios al final será semiescenificada.

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  11. Gracias Maac. Esa preciosa información me hace decidirme a coger el Ave para este Tristán. Es que no entiendo porque no lo anuncian así. Seguro que muchos, como yo, se lo pensarían dos veces.
    Es que para tragarme casi 5 horas de Tristán y encima en versión de concierto, como que no, por mucho que me apasione esta ópera.
    La versión semiescenificada o como se llame, se adapta mucho a esta especie de poesía sinfónica que es Tristán e Isolda.
    Me alegro que les Arts haya optado por esta solución y hacerla más "asequible", sobretodo sabiendo que lo hacen en el infame auditori superior.
    Una vez más, gracias Maac por la información.

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  12. Maac: mis informaciones coinciden contigo. Parece ser que hay una especie de puesta en escena que dicen queda muy bien. Ya lo veremos. Me intriga pensar qué se les habrá ocurrido y como será ya que mucho espacio no hay por la orquesta. El día 23 lo comprobaremos. A mí me apetece mucho este "Tristan und Isolde" sea como sea. La presencia de Metha es toda una garantía. Año tras año, las mejores óperas y los mejores repartos (salvo "Don Giovanni") coinciden con las óperas que él dirige. Con Maazel hubo algún reparto impresentable ("Carmen") y siempre decían que le preocupaba mucho la Orquesta y poco quien cantaba. Claro que nos dejó noches inolvidables, pero Metha es muy regular y su Wagner es de lo mejor que he escuchado en mi vida.
    Un aficionado a la ópera.

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  13. Según me han soplado algunos privilegiados que han asistido al ensayo general, no se trata pata nada de una versión de concierto. Todo lo contrario. Parece ser que han hecho una puesta en escena a base de muchos juegos de luces y movimientos escénicos.
    La pena, es que dos solistas no se saben los roles de memoria y cantan durante toda la obra con partitura en atriles pero que aun así es muy buena.
    No me creo mucho que se pueda hacer tanto en tan poco espacio. Pero en fin, hasta el 23 no lo sabremos. No veo la hora de que llegue ya ese momento. Será mi primer Tristan en directo.
    Rafael O.

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