lunes, 12 de mayo de 2014

"La forza del destino" - Maese Trabuco, Preziosilla y Fray Melitone

En una ópera tan negra  como La forza del destino (demasiadas muertes reconocería el compositor tras el estreno de su primera versión)  Verdi mezcla lo cómico y lo trágico al introducir elementos bufos, representados por personajes secundarios como los de Preziosilla, Fray Melitone y Trabuco. Y estos tres son los personajes más denostados de La forza del destino, y lo son no sólo por cuestiones musicales, sus intervenciones son tachadas por los aficionados más exigentes como de vulgares o anticuadas, también son rechazados por cuestiones dramatúrgicas al entorpecer el desarrollo normal del drama privándolo de la tan deseada unidad. Yo soy de los que piensan que Verdi no estuvo muy acertado a la hora de querer aligerar la ópera introduciendo estas escenas en las que intervienen Trabuco, Preziosilla, y Fray Melitone junto a elementos de carácter popular como vendedores,  campesinos y soldados. 

Preziosilla es una gintana que es interpretada por una mezzosoprano aguda y que aparece en el acto segundo en Hornachuelos (Córdoba) reclutando tropas para marchar a Italia, donde ha estallado la Guerra de Sucesión de Austria. Como toda gitana que se precie, la joven y guapa Preziosilla tiene dotes adivinatorias (se dará cuenta de que don Carlos no es quien dice ser, un estudiante ("No me la das, no me la das")), y está convencida de que para ganar fortuna no hay nada como luchar contra los alemanes en Italia (Preziosilla: "Viva la guerra!... Al suon del tamburo"; su última intervención, El Rataplán, una melodía facilona con toques onomatopéyicos, es de lo más odiado por muchos de La forza. Aunque no lo parezca en un primer momento el papel de Preziosilla es un rol de bastante dificultad porque debe cantar frecuentemente por encima del coro y mostrar brío y brillantez en el agudo. Escuchamos el Rataplán interpretado por Agnes Baltsa, ¡que os sea leve!:



Fray Melitone es un monje franciscano, bastante gruñón, que es interpretado por un barítono o bajo-barítono, en su primera intervención, que tiene lugar en el segundo acto, recibe en el convento a Leonora que llega disfrazada de peregrino, en el acto siguiente se quejará de los desórdenes y herejías del pueblo y los soldados; en el último se encargará de repartir la comida entre los mendigos y de abrir las puertas del convento a don Carlo. Algunos ven en la música escrita para Fray Melitone una economía de medios y un refinamiento que anticipa a Falstaff.





Maese Trabuco es un vendedor ambulante interpretado por un tenor bufo que sólo está interesado en hacer negocio comprando y vendiendo después, sus intervenciones son escasas.

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