Hoy ha llegado la hora de un aria con la que, desgraciadamente, nos emborrachan a dos por tres, me lo he pensado un tiempo antes de decidirme por incluirla en este serie, suena y suena y suena por todos lados, creo que solo es superada por Casta Diva y por Lascia ch'io pianga, vamos... que es la típica canción de anuncio de colonia femenina, y uno al final se cansa de tanto torpedeo de tan famosas melodías, pero la realidad es la que es y es que esta ondulante melodía, como las otras citadas, es bellísima y funciona a la perfección dentro de la dramaturgia de la ópera, imposible que esta muchacha no seduzca, a la luna para que ejerza de mediadora y a quien se le ponga por delante.
No es raro que a esta canción se la conozca como Song of the moon o Canción de la luna porque le título en checo es bastante complicado: Pisen Rusalky O Mesiku (Mesiku na nebi hlubokem). Y aunque este aria es muy conocida yo creo que la ópera no lo es tanto, sí que es de repertorio pero no se representa con mucha frecuencia, salvo en la República Checa.
Rusalka es una ópera de Anton Dvorak cuyo libreto, de Jaroslav Kvapil, se inspira, entre otras cosas en la mitología eslava y en el célebre cuento de Andersen La sirenita, así que el que no sepa de que va la ópera ya se puede hacer una idea aproximada. Se desarrolla en una época mitológica en un bosque junto a un lago donde habita Rusalka, una ninfa de los lagos que se ha enamorado de un Príncipe que se suele bañar allí pero que no puede verla, por eso Rusalka, para conocer al Príncipe, desea convertirse en mujer dejando de ser un espíritu; al poco de comenzar la ópera se lo comenta a su padre, el duende del agua, y éste le recomienda, después de escandalizarse y antes de desaparecer, que visite a la hechicera. Es entonces cuando Rusalka, en una escena de nocturna, imbuida por la melancolía, utiliza a la luna como interlocutora con su amado, es el momento de la canción de la luna, en la que le suplica que traslade sus pensamientos al príncipe, de pronto la luna se oculta tras una nube y Rusalka deja ese mundo de ensoñación y con gritos desgarradores llama a la hechicera.
He tenido mis dudas sobre qué cantante elegir, tenía sobre todo tres opciones: Lucia Popp, una soprano eslovaca con un timbre y un sentido melódico que me puede, Gabriela Beňačková, otra soprano también eslovaca de sonidos un pelín más agresivos, imprescindidible si hablamos de Janacek, y la norteamericana Renee Fleming, también de espléndido timbre, pero no tan idiomática. Y buscando y decidiendo en Youtube cuál ponía he tropezado con la de una soprano que no conocía de nada y cuya versión me ha parecido delicadísima y además era checa, Milada Subrtova, soprano que, aunque prefiero a la plateada Popp, elijo y cuyo nombre me apunto para escuchar más cosas de ella en el futuro:
Y al final no me voy a resistir y pondré también la de Lucia Popp:
!Hermosa aria! Y la voz de Lucia Popp es embelesadora como pocas :)
ResponderEliminarthank you
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